Hoy nos vamos de peli… Pero no una escrita y dirigida por un famoso director, sino que cada uno redactará su propio guión en una reflexión conjunta.
Y como lo prometido es deuda, vamos a compartir el «CÓMO» CONSTRUIR, PENSAR y SENTIR como padres o educadores usando el cerebro como protagonista principal y agente colaborador.
TOMA 1
Entre el positivo SI que tan buena prensa tiene y el positivo NO que nos ofrece confianza y contención.
Las situaciones más desafiantes a la hora de crecer como padres y educadores llegan a la hora de tener que enfrentarnos a una situación de rabieta, enfado o contestaciones inadecuadas de nuestros niños.
Desde fuera nuestro cerebro recibe y guarda información de agentes externos nada sensibles con el momento al que te enfrentas: … «Qué niño malcriado», «Te tiene dominada», «Vas por mal camino», “Que mal educado“…, y tu autoestima paterna va sufriendo ataques de muchos que, por querer “ayudar”, a veces te empujan un poquito más hacia el fondo…; y otras caemos rendidos al cansancio de la rutina diaria….
Pero… “AL MAL TIEMPO BUENA CARA»… Porque entendiendo como funciona nuestro cerebro podremos aprovechar esas situaciones límites para enseñar a los pequeños a progresar y madurar.
El cerebro humano presenta dos hemisferios el izquierdo (lógico, lenguaje, lineal, …) y el derecho (emoción, artístico, no verbal,…). Para llevar una vida equilibrada, creativa, llena de buenas relaciones personales es necesario que ambos dos hemisferios actúen conjuntamente, que estén horizontalmente integrados.
Los dos hemisferios del cerebro están anatómicamente separados pero unidos por un cuerpo calloso lleno de fibras que se extienden entre ambos permitiendo que los dos hemisferios trabajen en equipo, a lo que se le llama estar “horizontalmente integrado”
Imaginemos que nuestro cerebro derecho (parte emocional pura) asume el control y prescindimos de la lógica. Vamos a experimentar un ahogo en imágenes, sensaciones corporales; nos iremos sumergiendo dentro de un aluvión emocional.
Y por el contrario, si usáramos exclusivamente el hemisferio izquierdo separando la lógica y el razonamiento de su union con los sentimientos, entonces caminaríamos sobre arenas solitarias de un desierto emocional, Viviríamos aislados emocionalmente.
Pero … ¿cómo llegar a una “relativa” ARMONÍA?. Utilizando nuestras funciones cerebrales integradas. Cuando no estamos integrados actuamos de manera caótica, nos superan las emociones y estamos confusos. Eso es lo que le pasa a un niño cuando se comunica mediante rabietas o caprichos. Durante los primeros 3 años tienen muy desarrollado el hemisferio derecho y apenas si han empezado a movilizar el izquierdo. Por esto, cuando un adulto exige a un pequeño que deje lo que está haciendo para cumplir con una responsabilidad este demuestra caso omiso a la llamada de su padre porque para ellos la lógica, las responsabilidades y el tiempo no existen. En estos casos solemos decir “me escucha pero como no le interesa, no me hace caso”.
Algo parecido sucede si miramos verticalmente al cerebro. La parte superior del cerebro permite ver los hechos de un modo mas reflexivo y trabaja a la par con la zona inferior del cerebro relacionadas con el instinto, las reacciones viscerales y la supervivencia.
Por ejemplo: Si ante un chillido de rabieta de tu pequeño en un ambiente exterior al hogar y una voz extraña (Pepito Grillo) que te anuncia lo caprichoso que es tu niño y tu falta de autoridad por no saber tratar la situación con severidad…… Si usaras solo el cerebro inferior con tus reacciones viscerales, desde luego, mandarías a dicha persona extraña a «comprar frutas al quinto pueblo», pero como adultos utilizas la parte superior del cerebro integrada al inferior y sólo diriges una mirada con cierto enfado para que ese otro siga su camino pero sin llegar a ser crueles en nuestra reacción de no ser bordes.
TOMA 2
Conecta y Redirige
Perfeccionando nuestra labor docente hemos profundizado en el tema (*)encontrando pautas interesantes a seguir una vez que entendamos el mecanismo de la rabieta desde la acción del cerebro del pequeño.
A la mayoría de los padres y, no hace mucho tiempo de esto, se nos aconsejaba que para enfrentarnos a una rabieta lo mejor era responder SIN HACER CASO. Y no quiere decir que lo dejemos de usar, pero en un espacio temporal razonable según la edad del niño con el matiz de que siempre le tendrás que ayudar a contener ese desborde, esa des-integración cerebral por la que transita y que por su edad no sabe gestionar la vuelta a la calma.
Conociendo que tenemos una zona superior e inferior en el cerebro podremos saber ahora que existen dos tipos de rabietas.
Primer tipo:
Se produce cuando un peque DECIDE exponer una situación de pataletas tomando una decisión consciente de poner a prueba nuestra paciencia y aterrorizarnos hasta que consigue lo que quiere. Si al ceder nosotros ante su petición insistente de algo que quiera para “YA MISMO» o si al recordarle que perderá algún privilegio el niño puede interrumpir su literal enfado es que en ese momento está usando su parte superior del cerebro sabiendo perfectamente lo que hace.
Una rabieta del cerebro superior exige límites estrictos y una conversación (adecuado el lenguaje y el vocabulario según edad) con un mensaje muy claro sobre cuál es una conducta adecuada y cuál una conducta inadecuada.
GUIÓN A El niño a los gritos en el suelo intentando pegarle patadas al adulto que no le otorga lo que el peque reclama por ejemplo, un ChupaChus antes de comer… Una buena respuesta sería decir con TOTAL TRANQUILIDAD y VOZ SUAVE: «Entiendo que quieras …… En este momento, que te hace ilusión pero no me gusta como te comportas. Y si no paras te quedarás sin el dulce que quieres después de comer».
De esta manera con un límite “claro y estricto” le damos la oportunidad de aprender a ver las consecuencias de sus acciones inadecuadas y lo importante y favorable que es aprender a controlar un impulso.
Segundo tipo:
Las rabietas del cerebro inferior son muy distintas …., en estos casos los pequeños pierden el control total del ejercicio del cerebro superior.
En tanto que una rabieta del cerebro superior exige limites inmediatos y estrictos; una respuesta acertada ante una rabieta del Cerebro Inferior debe ser con afecto y con contención física que ofrezca calma. Una técnica que se puede utilizar es la de “Conectar y Re-Dirigir”
GUION B
Estamos de cena en un restaurante y de pronto nuestro hijo se va de la mesa y nos desafía con su mirada y actitud corporal a no querer comer escondiéndose detrás de una columna nos saca la lengua repetidamente. Los demás comensales de otras mesa te observan para “evaluar” tu respuesta—- te entran calores y sudores invadidos e intentas relajar tu rostro cuando en realidad mientras tu cuerpo esta tenso y nervioso.
Un poco de Ficción. Distintas opciones para saber qué hacer
“ORDENAR Y EXIGIR” y con tono amenazante obligarle a volver a la mesa. Pero si el niños es mayor de dos años entrarías en un enfrentamiento verbal
Por otro lado, tambien se puede “CONECTAR Y RE-DIRIGIR” utilizaremos nuestra integración para ayudarle a recuperar su función de cerebro superior
Nos acercamos al niño nos ponemos a su altura física generando el contacto ocular, con voz suave con cierta contención física con un abrazo le decimos: “Se te ve enfadada” (el niño sigue sacándote la lengua sigues con el mismo tono de voz)
Entiendo que no quieras comerte todo el filete como te lo pidió papá pero a papá se le da bien negociar dile cuántos trozos y si necesitas ayuda para comunicar tu plan, yo te acompaño con algunas de mis palabras ….. Con actitud calma le invitamos a volver a la mesa solito ….. Si el niño relaja su postura corporal y da un indicio de pensar una negociación es que su cerebro superior comienza a estar activo.
Dentro de las dos opciones la primera no es incorrecta pero no les ofreceríamos la oportunidad de aprender que :
. “Las relaciones tiene que ver con la conexión, la comunicación y la transigencia”
. “Tiene que ir afianzando su sentido de saberse capacitado para hacer elecciones incidir en su entorno y resolver problemas
Antes de despedirnos queremos dejar claro que en muchas veces a lo largo del camino de crecimiento de nuestros hijos no habrá cabida para la negociación ¡, los niños deben respetar las normas que los padres transmiten y un “NO” será un “NO” sin concesiones no se recomienda la permisividad o alegar los límites porque el niño no puede pensar con lógica
La CLAVE es entender que cuando un niño entra en un ahogo por un aluvión emocional del cerebro derecho con reacciones instintivas del cerebro inferior, primero debemos “conectar , contener, calmar” esa des-integración usando nuestro cerebro derecho (emocional). Para luego enseñarles las consecuencias de sus actos usando adulto y niño el cerebro superior junto a ambos hemisferios cerebrales (emocional, racional) para RE-DIRIGIR “la conducta inadecuada”.
¿TE ATREVES A ESCRIBIR TU PROPIO GUION CONOCIENDO MAS SOBRE EL CEREBRO DE TU PEQUEÑO Y SUS POSIBLE RABIETAS?
APÚNTANTE POSIBLES SITUACIONES Y COMO LO CONTROLARIAS DESDE EL CONECTAR Y EL RE-DIRIGIR , O BIEN DESDE “LIMITE ESTRICTO”
*»12 Estrategias recolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo» de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson
Si quieres saber más sobre nuestra Escuela Infantil Cangurito visita nuestra página web: http://cangurito.com/
COMENTARIOS
Bienvenidos al Blog de Cangurito
5 comentariosLuz, Cámara y Acción!
5 comentariosVidas paralelas, esencias encontradas
4 comentariosEntre Tifones y Mariposas
2 comentariosUn bolsillo lleno de magia
2 comentarios