Vivimos en una sociedad ansiosa y estresada, y los adultos no podemos ni imaginar hasta que punto nuestra estabilidad, la seguridad del adulto, la felicidad dependen de la estabilidad emocional del niño.
“Educar es ser un artesano de la personalidad, un poeta de la inteligencia, un sembrador de ideas” (Augusto Cury)
El responsable de esta frase no nos los pone muy bonito. Cree que la sociedad actual esta falta de ideas, de imaginación …, todo tan fácilmente al alcance sin practicar ningún esfuerzo, ni saber como actuar ante el fracaso.
Los “educadores” tenemos la responsabilidad más importante del mundo mundial, proporcionar a los niños experiencias que activen su imaginación, que tengan buenas ideas que sean capaces de llevarlas a cabo y si fracasan en su intento que sepan que tendrán mas oportunidades.
La familia y la escuela tienen un objetivo común “educar al niño”. Las personas no se forman así mismas sino que son influídas por todos los agentes de los que forman parte: familia, escuela, amigos, entorno. Por ello, es de gran importancia la interacción entre todos ellos.
Cada niño es un mundo que debemos descubrir no podemos recluirnos en nuestro ser, la exigencia es máxima con todo los factores en contra. Este es un motivo mas por el que debemos entrelazar más nuestros lazos por un bien común: “el niño”.
La escuela no es una fortaleza sino un espacio-familiar que se ubica en un medio cultural determinado y que no puede mantenerse al margen si debe formar niños que necesitarán adaptarse a una sociedad más sensible, más humana, mas noble, más humilde …
Para finalizar un Cangu-Consejo:
“Si quieres que tus hijos mantengan los pies sobre la tierra no olvides colocar algunas responsabilidades sobre sus hombros”
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